Eva Fariña. Madrid
La portavoz del Grupo Popular en la Comisión de Salud del Parlamento de Andalucía ha criticado las iniciativas desarrolladas por la Consejería de Salud en el ámbito farmacéutico. En su opinión, la pretensión conocida como ‘subasta de medicamentos’ “puede estar rozando la ilegalidad”, y “afecta al derecho del profesional a dispensar el producto que considera más adecuado para el paciente”. También denuncia la decisión de dispensar ciertos fármacos directamente desde el hospital, y cree que por “ese fan de ahorro en farmacia, la Consejería está presionando muchísimo al sector”.
Ana María Corredera, en el Parlamento Andaluz.
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¿Qué le parece las medidas que está tomando la Consejería en el ámbito de la Farmacia? ¿Qué opina de la conocida como ‘subasta de medicamentos’? También ha aprobado la dispensación de ciertos fármacos directamente desde el hospital, a pesar de no tener las competencias en este ámbito. ¿Puede ser ilegal?
La subasta de medicamentos puede estar rozando la ilegalidad, no encaja en el marco jurídico normativo que existe en estos momentos. La Ley General de Sanidad y la Ley del Medicamento son claras, establecen que el Ministerio de Sanidad pone los precios públicos, exclusivamente. En el momento en que se saquen a licitación pública, significaría que Andalucía está estableciendo unos precios propios, y, por tanto, estaría incumpliendo la normativa vigente.
También hay otra serie de problemas. La política farmacéutica es errática. Ahora han decidido que determinados productos sólo se van a dispensar desde los hospitales. En ese fan de ahorro en farmacia, la Consejería está presionando muchísimo al sector y, al final, los ciudadanos pueden ser los perjudicados. Se pondría en jaque el derecho de todos los usuarios a obtener medicamentos en condiciones de igualdad en todo el Sistema Nacional de Salud.
Por otra parte, también afecta al derecho del profesional a dispensar el producto que considera más adecuado para el paciente. La ley le da esa libertad, establece que el médico tiene que recetar el fármaco que cree más adecuado, no el que, por concurso o licitación, establece la Consejería.
En definitiva, se limitan los derechos de los profesionales a prescribir lo que consideran más adecuado. También perjudica a los pacientes de Andalucía, a la hora de recibir el medicamento en condiciones de igualdad con respecto al resto de comunidades autónomas. Por último, rompe el principio de igualdad, en el momento en que pretende establecer precios diferentes de los que dicta el Ministerio de Sanidad. Eso sin entrar en que aquellas empresas farmacéuticas que no se vean beneficiadas con el concurso, van a tener un perjuicio importante.
Por tanto, con los datos que tenemos, el Partido Popular se opone a estas medidas. Hemos pedido la comparecencia de la consejera, porque todavía no ha hablado en sede parlamentaria de este tema, y hemos planteado una pregunta oral que pretendemos que se debata en primer pleno que habrá en este periodo de sesiones.
El Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (Cacof) ha denunciado la falta de diálogo por parte de la Consejería, tanto a la hora de plantear como de aprobar estas medidas. ¿Se ha tenido en cuenta la valoración de los grupos políticos de la oposición?
Nosotros nos hemos enterado por las denuncias del Cacof de las presiones que estaban recibiendo por parte de la Consejería para que firmaran un nuevo convenio con un nuevo planteamiento. Nosotros ni siquiera tenemos el texto, porque es una negociación bilateral entre el Consejo y la Consejería. Por eso queremos que la consejera explique en el Parlamento andaluz en qué términos se ha planteado la propuesta.
Por las circunstancias actuales, la Consejería ha eliminado la jubilación obligatoria de los médicos a los 65 años. ¿Cree que debe ser una medida puntual o debe mantenerse de forma permanente?
Reclamamos que sea una medida para siempre. La ley establece muy claramente que los profesionales se jubilan a los 65 años, pero podrían prorrogar su vida laboral hasta los 70, si así lo solicitaban y lo aprobaba un comité. Andalucía es la única comunidad que decidió que a rajatabla se jubilaban a los 65 años, sin ninguna posibilidad de prorrogación. Al principio, también Cataluña lo aprobó, pero luego rectificó.
En estos momentos, con la falta de profesionales que hay en algunas especialidades y con la experiencia que tienen estas personas, no se puede desperdiciar la experiencia de aquellos que voluntariamente quieran prolongar su vida laboral. Para nosotros era una medida absolutamente necesaria, y la hemos reivindicado en muchas ocasiones. Nos parecía una barbaridad que se pudiera ser presidente de la Junta de Andalucía con 67 o 70 años, y no se pudiera ejercer de médico en el sistema público con 67 años. No es justo.
La bolsa de empleo del Servicio de Salud ha recibido críticas por parte de los sindicatos y los colegios de médicos. ¿Es útil? ¿En qué debe mejorar?
Nos llegan denuncias continuas por el funcionamiento incorrecto de la bolsa, por ejemplo, por la incorporación de eméritos sanitarios y no sanitarios, o por el retraso en las respuestas a las alegaciones y los recursos. También nos llegan denuncias por contratos continuos de días o de semanas. Es bueno que haya una bolsa única de trabajo en el Servicio Andaluz de Salud, de hecho hay casi 600.000 personas registradas, pero debe mejorar y tener más agilidad.
¿Qué le parece la entrega de la factura sombra o factura informativa a los usuarios de la sanidad pública? ¿Qué otras medidas son necesarias para concienciar de la necesidad de controlar el gasto sanitario?
La consejera María Jesús Montero, a la dcha., charla con Ana María Corredera (centro) y Rosalía Espinosa, ambas del PP.
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La factura sombra es algo anecdótico, sirve para intentar concienciar del coste de los servicios que se prestan dentro del SAS. No es una medida pionera, ya que la Comunidad Valenciana también ha puesto en marcha esta iniciativa. No me parece mal, pero conlleva un gasto, en un momento en el que debemos ahorrar. Hay otras medidas que se deben tomar, como mejorar la Atención Primaria y las visitas a los médicos especialistas, para evitar la masificación de las Urgencias. Un estudio indica que el 50 por ciento de las personas que acuden a Urgencias en Andalucía lo hacen para tener una visita rápida con el especialista, y para que le haga todas las pruebas diagnósticas de una manera rápida. Si la Atención Primaria funcionara de una manera más eficaz, si hubiera más coordinación y agilidad en este ámbito, seguramente conseguiríamos que el sistema funcionara mejor.
¿Sigue de cerca los temas debatidos y aprobados en las Comisiones de Sanidad del Congreso y Senado? ¿Hay algún tipo de relación o contacto con las comisiones de sanidad de las cámaras nacionales y autonómicas?
Seguimos los temas de más actualidad, porque lógicamente pueden afectar al desarrollo de la sanidad de Andalucía. Aparte, internamente el PP organiza un encuentro al que asistimos todos los portavoces de las distintas comunidades autónomas, así como el portavoz del Congreso y la portavoz del Senado, y los consejeros de las CCAA en las que gobernamos.
¿Cómo definiría el trabajo de la Comisión de Salud del Parlamento andaluz?, ¿es fácil llegar a acuerdos?, ¿es una comisión que se reúne a menudo o no es necesario?
Tenemos una queja importante del funcionamiento de la comisión. De forma reglamentaria se estableció que solo hay una reunión al mes, lo que limita mucho el trabajo. Además, el Partido Socialista, con su mayoría absoluta en la Mesa y en la Comisión, ha impuesto otra limitación, que no es reglamentaria, y es que cada grupo solo puede llevar una pregunta, una proposición no de ley y una comparecencia de la consejera por comisión. Nos limitan mucho el trabajo, se está utilizando el rodillo en la Comisión, y se nos acumulan muchos debates. Si solo nos reunimos una vez al mes, y nos restringen el número de iniciativas que se pueden debatir, nos limitan muchísimo el trabajo a la oposición. No es fácil llegar a acuerdos. Los socialistas defienden la postura del Gobierno, y rara vez aceptan las propuestas de los grupos de la oposición.
¿Cómo es la relación con la consejera de Sanidad, María Jesús Montero?
A título personal, es una buena relación, correcta. Con ella se pueden discutir los temas, aunque el debate puede ser duro, sobre todo cuando nuestros planteamientos no coinciden. Es cierto que nunca se ha negado a debatir, y cuando se le han planteado los temas, intenta responder.
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